24 Ene INTRODUCCIÓN A LA MEDICINA NATURAL

A menudo me pongo a pensar en los tiempos de la prehistoria, cuando los seres humanos vivían felices y libres en la naturaleza. Dios, el universo, la sabiduría divina, o en quien ustedes crean, nos puso aquí en este planeta – La tierra, y por supuesto pensó en todo: nos dio alimento, nos dio refugio, nos dio agua limpia para tomar, y nos dio medicina. Alrededor nuestro crece (o crecía) todo lo que necesitamos para vivir plenamente.
No es casualidad que nuestro cuerpo, tejidos, sistemas y células se nutran perfectamente con estas frutas y alimentos que crecen en los árboles de nuestro planeta. Llenos de vitaminas, minerales, fibra, proteína, carbohidratos, grasas, energía, que además vienen envueltos en un “empaque” perfecto para que lleguen a nosotros intactos, y así poder ingerirlos y nutrirnos.
Pues de igual forma nos dio las plantas y hierbas medicinales. No podría dejar de mencionar los hongos medicinales, pero ese es tema para otro post. Así como las hojas verdes que comúnmente comemos como espinaca, kale, lechuga, acelga etc. tienen un gran contenido de nutrientes, hay muchas otras hierbas y plantas, que talvez no son tan comunes como alimento, pero que tienen otros nutrientes y propiedades increíbles, que obviamente el cuerpo humano reconoce, y con las que logra sanar perfectamente de algunos padecimientos cuando las ingiere.
Para mí esto es más que obvio. Es lo natural que sanemos con cosas que crecen en nuestra tierra, sin tener que adulterarlas ni pasar por un laboratorio, ¿cómo nos desconectamos de esta sabiduría tan increíble? Hemos olvidado lastimosamente, todos los remedios de nuestras abuelas y de nuestros antepasados que, con tanta sabiduría, en conexión con la madre naturaleza y su intuición sabían exactamente que hacer para ayudar a sanar a alguien que estaba enfermo.
¿En qué momento se volvió “normal” tomarse una pastilla para cualquier dolor de cabeza, alergia o malestar estomacal? No les parece que nos estamos desconectando demasiado de escuchar el cuerpo, entender porque nos salimos de balance, y lo peor de todo: ya no sabemos que hacer para sentirnos bien sin estas drogas. Esa sabiduría la tenemos todos, nacemos con la capacidad de escuchar y hacer sanar nuestro cuerpo, pero no nos damos el tiempo, ni la credibilidad par hacerlo – nos desconectamos.
Es 100% posible sanar de forma natural, con alimentación y hierbas. Inclusive como producto de nuestra propia mente, ¿han visto esta gente que se sana de parálisis y otros padecimientos con sólo el poder de su mente? Esas personas no son especiales, todos podemos hacerlo si nos lo proponemos y enfocamos nuestra energía en eso. Este también es un tema para desarrollar después más ampliamente, pero si les interesa, les recomiendo investigar la historia del Dr. Joe Dispenza.
La medicina natural, o herbal, que viene de hierbas, plantas medicinales, hongos, raíces, flores, resinas y otras sustancias vegetales, está llena de sustancias que el cuerpo reconoce perfectamente y que, nos ayudan a sanar. Son tan inteligentes las plantas, que estimulan mecanismos en el cuerpo, que nos ayudan a producir más de lo que necesitamos para estar en un estado de salud óptimo.
Además, no nos traen una cascada de efectos secundarios, como cuando tomamos un medicamento para sanar una cosa, y nos enferma de otra, y es un ciclo de nunca parar.
La industria de los medicamentos sobrevive enfermándonos, ¿ustedes creen que si los fármacos realmente “curaran” no habría menos gente enferma en el mundo? Para nadie es negocio ayudar a la gente a sanar y ya, que se curen y sigan felices con sus vidas. No es negocio para nadie que la gente viva en salud plena y felices. Nos enferman de una cosa para luego decirnos, ah ok aquí tengo otra pastilla para eso otro, y esta otra para lo otro, y miles más para todo lo que nos están dañando en el cuerpo.
A mi me cuesta enserio entender cómo se supone que sanemos con estos químicos, pero es por eso que decidí estudiar y probar con la medicina natural en mí misma y que comparto con ustedes esto que pienso, y esta medicina que está tan cerca de mi corazón.
Entonces recordemos la herbología, fitoterapia, medicina herbal, y las plantas medicinales:
La fitoterapia ―del griego- phytós (‘planta’ o ‘vegetal’) y therapeia (‘terapia’)― es el uso de productos de origen vegetal para la prevención, la curación o el alivio de una amplia variedad de síntomas y enfermedades. Forma parte de las llamadas terapias naturales.
La herbología, también llamada herborismo o fitoterapia, es el estudio de las propiedades y las aplicaciones medicinales de las plantas y sus extractos. Quienes la practican son denominados herboristas o herbolarios.
En estas prácticas, se trabaja con hierbas y plantas con súper poderes literalmente, y las utilizamos para ayudarle al cuerpo a recuperar la salud. Hay cientos de plantas estudiadas a profundidad, con respaldo científico de sus propiedades y de cómo nos ayudan a sanar y que son seguras de consumir. Como todo en la naturaleza, mucho de algo puede ser tóxico, así que es importante conocer las propiedades de la planta que se va a utilizar, su dosis, y contraindicaciones.
Generalmente las plantas tienen un efecto sutil, y con las cuales se ve el resultado a mediano o largo plazo de uso. Además – son muy poderosas – pero es necesario usarlas de la mano con buenos hábitos de alimentación y de estilo de vida.
Hay varias formas de consumirlas, pero las más comunes son:
– Infusión: se dejan reposar las plantas en agua caliente por un período de tiempo, sin hervir, para que se suelten las propiedades medicinales en el agua antes de consumirla.
– Decocción y jarabe: se hierven las plantas, en el agua, por un período mas largo de tiempo. Algunas veces con otros ingredientes, frutas, jugos, mieles etc. para crear una bebida medicinal más fuerte y concentrada.
– Tintura: se sumergen las plantas y/o raíces en un medio líquido con mayor poder de “extracción” de los componentes medicinales como alcohol, vinagre o glicerina. Se dejan reposar por un período de tiempo antes de consumir. Resulta ser un líquido muy concentrado por lo que generalmente se consume en menor cantidad.
– Oleato: las plantas se dejan reposar por un período de tiempo en aceite. Es una forma común y rica de integrar el poder medicinal de las plantas a alimentos o productos de “belleza” que se usan topicamente en la piel y cabello.
– Melato: las plantas se dejan reposar en miel de abeja y de esta forma se extraen sus componentes medicinales. Ideal para usar también en la cocina, postres, y para los niños.
Hay plantas muy especiales y exóticas que se usan hoy en día como medicinales que talvez nunca hemos escuchado, pero hay muchas otras que son muy comunes para nosotros y que talvez no vemos como medicina. Por ejemplo, el romero, orégano, culantro, el ajo, la cebolla, el jengibre, la cúrcuma, la albahaca, la salvia, la menta, la canela, el tilo, el cacao, la manzanilla, etc. con los que podemos empezar a experimentar en nuestras casas.
Esta es sólo una pincelada de lo que es este mundo de medicina herbal, pero mi intención es compartirles mi perspectiva, e intentar traer luz a este tema, que a veces nos suena como algo súper raro o misterioso, pero que en realidad es lo más natural y cercano a la sabiduría de nuestro cuerpo.
Creo también que una de las prácticas más importantes con la medicina y con cualquier cosa que hagamos en la vida es la intención que le ponemos. Intencionar conscientemente lo que vamos a hacer, confiar en nuestro cuerpo y en el poder e inteligencia que tiene. Confiar en las plantas, en la forma en la que nos alimentamos y en las prácticas que tenemos de auto cuidado. Nuestra mente y nuestro cuerpo son capaces de todo lo que nos propongamos.
Un abrazo,
Moni